http://picasaweb.google.com/viajeenrenoleta
No hay otra frase que describa mejor a Machu Pichu, a las famosas ruinas, a la ciudad histórica que construyeron y habitaron los Incas. No hay otra frase que represente la sensación que uno siente cuando recorre este impresionante sitio arqueológico. Parecería que todo el trabajo, la fuerza, la energía que pusieron los Incas quedó atrapada entre los cerros que rodean a la ciudad de piedra. Parecería que todos los ritos al Dios sol, todas las ceremonias realizadas quedaron por siglos atrapadas entre los cerros. Aquellos cerros que por donde uno mire son verdes oscuros, con el Waynapichu como exponente máximo y lugar donde realizaban los rituales mas importantes.
La conservación es espectacular. Las llamas utilizadas a modo de máquina cortacésped otorgan un toque de rusticidad importante. El tallado fino de cada piedra dejan ver la energía atrapada en la construcción del templo tres ventanas, de las rocas ceremoniales, del Intiwatana.
Es difícil describir semejante obra arquitectónica situada a 2500 msnm. Lejos de todo y cerca de Dios. Es difícil describir lo que uno siente en un lugar tan energético. Energía que parece contagiarse y meterse en el alma de cada visitante. En este sitio no existen las caras largas. Todo es sonrisa. Todo es buena onda. Es común cruzarse con gente y desinteresadamente ponerse a hablar comentando la maravilla que está ante sus ojos. Es común ver a gente sentada en las antiguas terrazas en la que se cultivaban maíz. Meditando con los ojos cerrados, las piernas cruzadas y respirando profundo.
Es difícil describir el imponente paisaje. Si uno gira 360 grados su cuerpo solo puede ver cerros cubiertos de vegetación con el espectacular Waynapichu en el centro ¿como un cerro puede estar enclavado donde supuestamente tendría que haber un valle?Es difícil describir las sensaciones que a uno le genera quedarse cuando el resto de los turistas se fueron. El silencio rodeado de verde. De piedras. De nubes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario