Luego de trabajar dos años con el grupo en el que participaba mi padre me hice la primer pregunta que comenzaría a cambiar mi vida ¿Voy a vivir la vida de mi padre? La respuesta fue certera; voy a buscar mi camino. En realidad cuando miraba hacia adelante veía todo borroso. Me veía transitando una vida que no había elegido. Así me decidí a salir al mundo a buscar mi historia.
Mis padres solo me cuestionaron y pusieron trabas. Desde el comienzo me sentí aislado, como siempre estaba solo en mi proyecto. En esta ocasión a diferencia de las anteriores y que me permitiría accionar a mi favor fue que había logrado mi independencia económica. Dependía exclusivamente de mi billetera a pesar de que el dinero en mi casa nunca fue escaso pero siempre fue un problema.
Hice una lista de mis cosas materiales: auto cero kilómetro, computadora nueva, mueble, impresora, mesa, silla, cuenta en el banco, ahorros en caja fuerte. Total: 20 mil dólares. Dividí ese número por 600 (verdes) y obtuve el resultado mágico: 3 años con las necesidades económicas básicas cubiertas.
Primer paso cumplido: dejar la plata a un lado. Solo es una herramienta. Así me decidí a salir de viaje. Así me decidí a buscar mi historia.
22 de octubre de 2010
Me fui
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