Sucesión de changas

Este método laboral o forma de subsistencia resultó ser muy positivo para mi objetivo de “quiero vivir y aprender de la vida”. A lo largo del último año he trabajado de: fumigador, limpiador de tanques, acompañante terapéutico, bañador de chicos con discapacidades físicas o mentales, pintor, profesor de biología, jardinero, delívery de empanadas, artesano, electricista, artesano, cuidador de viejitas o viejitos en casas de familias o geriátricos y algún otro rebusque que no me acuerdo.

Estos trabajos me dieron dos cosas: plata para vivir y un gran aprendizaje. Con ellos pude salir adelante e interpretar múltiples simbolismos y códigos sociales, desde barrios carenciados donde la gente con plata tiene acceso a una moto usada hasta countrys sellados donde tener un vehículo usado es ser pobre.

Estas experiencias laborales (debo aclarar que la “sucesión de changas” aún no ha finalizado) fueron y son maravillosamente enriquecedoras. He aprendido el sentido de la valoración y el cuidado de los lugares y las cosas.

Estas experiencias me sellaron definitivamente las diferentes acciones y métodos que desarrollan las clases sociales para sostenerse y moverse en el mundo, desde gente que gasta desde dos mil hasta cien mil pesos por mes. En los extremo ambos necesitan un lugar donde dormir, comida para alimentarse y ropa que ponerse. Ambos necesitan las mismas cosas básicas. La diferencia radica en “como” las satisfacen. Aquí hay toda una forma de vida que, poco a poco iré contando en las observaciones y experiencias que tuve en el último tiempo.