La búsqueda de una vida futura desarrollada en un ambiente natural me llevó a recibirme de Ingeniero Agronomo a los 23 años en la UBA. Por alguna razón siempre quería aprender algo mas. Esa curiosidad me llevó a estudiar dos especializaciones, la primera en producción de granos, la segunda en agricultura de precisión. Con todos mis conocimientos pude acceder a trabajos bien remunerados. A mis 24 años ya me encontraba asesorando empresas pymes del sector agropecuario. Pero adentro mío sentía otra cosa. Sentía que debía explorar otras realidades pues, en ese entonces, vivía en el mismo pueblo que me había criado. Mi sueño era conocer el mundo.
Con esa certeza interna y algunos pocos ahorros me decidí a dejar de lado todas mis cosas materiales para emprender un largo viaje de cambio y transformación. Empecé viajando durante dos años por 13 países de Latinoamérica. Visité los empinados cerros de Bolivia donde las mamitas y los papachos producen trigo y maíz a mano. Conocí, viví y compartí diversos momentos con familias indígenas de todo el altiplano. Anduve en canoas con especializados pescadores de la costa del Pacífico y del Mar Caribe. Observe y manipule diversos granos producidos en las fincas y los transformé en alimento para, luego si, degustar exquisitos platos de comida. Conocí la geografía, historia, economía, comercio y cultura de toda mi querida región Latinoamericana. Escribí tres libros de toda esta experiencia.
Cuando regresé a Argentina sentía que debía continuar en este camino de aprendizaje interno. Así decidí comenzar a formarme, aprender y profundizar mis conocimientos sobre el ser humano. Así comencé mi formación en Psicoterapia de Bonding en la Asociación Argentina de Terapia de Bonding el Abrazo Primario.
A esta altura ya era concreto que mi ejercicio como Ingeniera Agronomo tradicional estaba vencido. Ya no le encontraba sentido y mucho menos placer hablar de las variedades de cultivos, de los modelos de fertilización y de los métodos especializados de pastoreo. Desde siempre me interesó trabajar con aspectos mas integrativos, con temas y actividades relacionadas a la organización.
Pero mi realidad cotidiana era otra. Tuve que salir a trabajar para sobrevivir pues, desde mis 23 años, me sostengo solo. En los últimos 3 años he realizado inumerables trabajos, todos dentro del sector operativo en la ciudad. Repartí empanadas en una moto, trabajé de fumigador en consorcios, limpié tanques de agua, trabajé de acompañante terapeutico cuidando a viejitas en geriatricos o a un empresario cuadripléjico, bañé a chicos con discapacidades motrices, trabajé de tractorista en un campo, vendí artesanías en la calle y algunas changas mas.
Hoy mirando para atrás todas estas tareas realizadas forman parte de una experiencia y un activo mas que importante para las tareas de consultoría que realizo. Con solo ir y mirar los emprendimientos de mis clientes me doy cuenta de muchas cosas que suceden, de la forma en que se mueve la gente en su trabajo. Eso es fundamental a la hora de ir trabajando los cambios internos en las pymes que me contratan.
Hoy puedo decir que siento placer con todas mis actividades y proyectos que estoy armando. Hoy puedo decir que siento orgullo de mi mismo el estar desarrollando y armando mi propia empresa, mi propia Consultora. Eso esEyF (www.consultoraeyf.com). Es toda mi experiencia puesta al servicio del otro, de mi cliente.
Hoy me sigo formando en el área de la Psicoterapia, trabajo coordinando actividades en una empresa de saneamiento ambiental, viajo al campo los fines de semana y hago huerta en una finca, visito a mis amigos y jugamos entretenidos partidos de truco y disfruto de la vida sanamente. Hoy puedo decir que el viaje de los últimos 32 años por mi vida ha sido una experiencia difícil pero enriquecedora que me está permitiendo llevar adelante un proyecto personal que muy pocos colegas universitarios lo ofrecen. Ese es el sello que me distingue.
Con esa certeza interna y algunos pocos ahorros me decidí a dejar de lado todas mis cosas materiales para emprender un largo viaje de cambio y transformación. Empecé viajando durante dos años por 13 países de Latinoamérica. Visité los empinados cerros de Bolivia donde las mamitas y los papachos producen trigo y maíz a mano. Conocí, viví y compartí diversos momentos con familias indígenas de todo el altiplano. Anduve en canoas con especializados pescadores de la costa del Pacífico y del Mar Caribe. Observe y manipule diversos granos producidos en las fincas y los transformé en alimento para, luego si, degustar exquisitos platos de comida. Conocí la geografía, historia, economía, comercio y cultura de toda mi querida región Latinoamericana. Escribí tres libros de toda esta experiencia.
Cuando regresé a Argentina sentía que debía continuar en este camino de aprendizaje interno. Así decidí comenzar a formarme, aprender y profundizar mis conocimientos sobre el ser humano. Así comencé mi formación en Psicoterapia de Bonding en la Asociación Argentina de Terapia de Bonding el Abrazo Primario.
A esta altura ya era concreto que mi ejercicio como Ingeniera Agronomo tradicional estaba vencido. Ya no le encontraba sentido y mucho menos placer hablar de las variedades de cultivos, de los modelos de fertilización y de los métodos especializados de pastoreo. Desde siempre me interesó trabajar con aspectos mas integrativos, con temas y actividades relacionadas a la organización.
Pero mi realidad cotidiana era otra. Tuve que salir a trabajar para sobrevivir pues, desde mis 23 años, me sostengo solo. En los últimos 3 años he realizado inumerables trabajos, todos dentro del sector operativo en la ciudad. Repartí empanadas en una moto, trabajé de fumigador en consorcios, limpié tanques de agua, trabajé de acompañante terapeutico cuidando a viejitas en geriatricos o a un empresario cuadripléjico, bañé a chicos con discapacidades motrices, trabajé de tractorista en un campo, vendí artesanías en la calle y algunas changas mas.
Hoy mirando para atrás todas estas tareas realizadas forman parte de una experiencia y un activo mas que importante para las tareas de consultoría que realizo. Con solo ir y mirar los emprendimientos de mis clientes me doy cuenta de muchas cosas que suceden, de la forma en que se mueve la gente en su trabajo. Eso es fundamental a la hora de ir trabajando los cambios internos en las pymes que me contratan.
Hoy puedo decir que siento placer con todas mis actividades y proyectos que estoy armando. Hoy puedo decir que siento orgullo de mi mismo el estar desarrollando y armando mi propia empresa, mi propia Consultora. Eso esEyF (www.consultoraeyf.com). Es toda mi experiencia puesta al servicio del otro, de mi cliente.
Hoy me sigo formando en el área de la Psicoterapia, trabajo coordinando actividades en una empresa de saneamiento ambiental, viajo al campo los fines de semana y hago huerta en una finca, visito a mis amigos y jugamos entretenidos partidos de truco y disfruto de la vida sanamente. Hoy puedo decir que el viaje de los últimos 32 años por mi vida ha sido una experiencia difícil pero enriquecedora que me está permitiendo llevar adelante un proyecto personal que muy pocos colegas universitarios lo ofrecen. Ese es el sello que me distingue.
Ezequiel Luis Fernández
Ingeniero Agronomo
Ingeniero Agronomo
