"Planta un árbol y cuida de él mientras crece"


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2 de junio de 2008

¿Señales?


Pasaron tres semanas en Cuzco. Decido viajar hacia la costa para subir a Lima. Me despido un viernes por la mañana. Me alejo de esta ciudad que me recibió con un gran dolor (de diente) y me despide con otro gran dolor (el de dejar nuevos amigos). Voy hasta Abancay. Me demoro seis horas para hacer doscientos kilómetros.

Consigo rápidamente lugar en una cochera. Los dueños son buena onda. Martín (el profe) ha viajado por Sudamérica. Es muy servicial. Me invita a tomar un café con pan. Al rato llega un chico de los que trabaja en el taller mecánico que está al fondo y me invita a escuchar una banda en la que toca la batería. Acepto.

Caminamos y cuando estamos por llegar me señala el lugar. Es una iglesia evangélica. Me presenta al pastor. El encuentro comienza con música movida que entona frases alabando a Jesús. El pastor lee la Biblia y explica sus enseñanzas. Antes de terminar comenta que hay un chico nuevo. Me pide que me presente. Me paro y digo:

- Bueno. Vergüenza no tengo mucha. Soy Ezequiel, argentino, 28 años y estoy viajando por Latinoamérica. De mi casa salí hace cuarto meses. Resulta que mucho tiempo me guié por lo que la sociedad decía que tenía que hacer pero ahora me estoy preocupando por lo que yo tengo ganas de hacer.

Todos me miran. Termina el encuentro y Juan (el chico que me invitó) junto a Maria (una amiga) se acercan y me dicen:

- Te regalamos este nuevo testamento.

Abro la primer página con sus nombres anotados. También María me escribe una tarjeta que dice:

- Dios te bendiga. La mejor elección en la vida es aceptar a Jesús. Mucha suerte.

Me voy de la iglesia hasta el estacionamiento agradecido por el cariño que me da esta gente sin haber pedido nada.

A la mañana siguiente Martín y su mujer me invitan el desayuno. Sigo viaje con la panza llena. El camino es cuesta arriba. Subo hasta los 4500 msnm. Llego a la plaza principal de Puquio. Estaciono el auto y un artesano me pregunta si traje el mate. Son dos argentinos. Christian y Natalia están viajando en una Combi VW desde Ushuaia a Alaska. Llevan un año y medio fuera de sus casas. Venden artesanías:

- Hoy llegamos a la mañana sin nafta y sin plata. Por suerte es sábado. Las fiestas del pueblo duran hasta mañana. Una coincidencia muy buena. Somos los únicos que vendemos artesanías. Ya nos fue muy bien y tenemos para seguir avanzando -me comenta Christian-

Cuando no queda gente en la plaza Natalia cocina un guiso de lentejas de novela. Comemos en su camioneta. Hace mucho frío afuera. El espacio es enorme comparado con el R6. Me siento al volante. Pienso que dentro de unos años me encantaría tener una Combi para viajar con mi futura familia.

A la mañana me levanto y voy a comprar pan. Es domingo aunque en este país parece que se trabaja de lunes a lunes. Salgo del mercadito y una señora me empieza a hablar. Me regala un pequeño libro de como leer la Biblia. Es el segundo encuentro religioso en dos días. ¿Será que me ven muy descarrilado? Las balas están pasando cerca.

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