"Planta un árbol y cuida de él mientras crece"


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25 de octubre de 2007

Los empujavidas. Ultima Parte.

¿Desea comer otro Hot Dog? Me dice la gorda con una sonrisa interrumpiendo mis pensamientos. Termino el pancho, le doy el último sorbo a la cerveza y regreso al parqueadero. Llego a la entrada y como siempre están Oscar, Hernán y el Negro.

Oscar es el encargado de cuidar de noche. Casi siempre llega a las 19 hs. Tiene 50 años pero aparenta 60. Le dicen “Cenizo” por que el color de su pelo es gris como las cenizas. Es un tipo callado. Siempre ayuda a acomodar los carritos cuando los vendedores llegan finalizado el día laboral. El Negro es lo mas parecido a un pajarito de jaula. Siempre está en el parqueadero sentado en una silla. Está jubilado de la marina. No supera el metro cincuenta y tres de estatura. Es negro pero no mulato. Su cara está llena de arrugas y siempre tiene sueño. Es común encontrarlo frente a la televisión sentado en una silla con la pera apoyada en su pecho y los ojos cerrados. Cuando se encuentra en esta situación en general su boca expresa una sonrisa invertida. Hernán se la pasa molestándolo y no lo deja dormir.

Hernán es el hijo de Rubén. Tiene 26 años. Siempre contento. Es la alegría del parqueadero. Está un poco pasado de peso de no hacer nada en todo el día. Solo come y cuando tiene unos pesos se emborracha. En un accidente con la moto hace tres años se le cayeron tres dientes y el dentista se lo pego con la gotita. Se la pasa acomodando el diente con la lengua y haciendo ruido con la boca. Cada vez que pasa una mujer por la calle sea linda, fea, caderona, escuálida, divertido o amarga, las piropea:

- Mamacita. Mi vida. Mi amor. Se escucha gritar a Hernán.

Son como las nueve de la noche y veo entrar a Huesos al parqueadero. Lo saludo y le pregunto como anduvieron las ventas. Al ratito llega José en su auto último modelo. Es el dueño de un hotel. Un tipo de 1,8 metros de estatura y de fuerte contextura física. En sus años de juventud seguro se paso unas cuantas tardes en el gimnasio. Siempre impecable. Se viste prolijamente aunque tampoco parece ser maniático con su ropa. Pocas veces lo he visto con camisas de marca. Siempre está de buen humor aunque se nota es un poco estructurado. Es una persona muy agradable. Con la humildad de siempre saluda a todos los muchachos y estrecha mi mano. Nos ponemos a charlar:

- Como podes observar Ezequiel, en esta ciudad hay una gran desesperación por la plata. Todo es comercio y mal trato con el extranjero. A mi me costó mucho entrar en esta sociedad. Soy de Medellín, Antioquia.

Sus palabras quedan resonando en mi cabeza. ¿Cómo puede ser que la gente no entienda que los grandes logros se obtienen con confianza, respeto y compromiso? Mientras no cambie eso no habrá una mejora. Se seguirá con estos métodos tradicionales de subsistencia, muy infrahumanos, trabajando catorce horas por día, sin seguro social. Es difícil que el pequeño vendedor lo entienda. Es difícil no por que sea mala gente, conozco a varios y me han enseñado grandes cosas de la vida. Es difícil por que no cuentan con las herramientas para comprender y cambiar la realidad.

Las respuestas y el compromiso lo tenemos nosotros, los que tuvimos la oportunidad de estudiar, de formarnos y de capacitarnos. Una forma es participando, aportando nuestro granito de arena. Pero otra forma es armando un plan de educación básica para todo Sudamérica. No puede ser que tengamos los mismos problemas y que cada uno implemente soluciones diferentes. Hay que agruparse, comprometerse, participar, actuar y hablar con hechos, no con palabras.

Se hacen las once de la noche. Una gran tranquilidad hay en el parqueadero. Ya quedó atrás el movimiento diurno. Solo hay pocos autos que pagan la estadía mensual. Una gran cantidad de carritos de los vendedores ambulantes están guardados abajo del techo, uno al lado del otro. Estamos sentados al costado de la entrada. Corre una suave brisa. Saludo a Gabriel. Se va a su casa luego de repartir cebolla a los vendedores de cócteles. Finaliza un nuevo capítulo de la novela de moda en Canal Caracol: “Nuevo Rico, Nuevo Pobre”. Me voy a mi cuarto. A sido un día agitado y caluroso en este pequeño rincón de Sudamérica.

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